23 Noviembre 2021
Árbol plantado
► Jeremías 17:8(NVI)
Las Escrituras nos ayudan a comprender la importancia que da el Señor a la vida del creyente que haga honor al árbol bien plantado, bien crecido, bien fructífero, que se concentra en tener fuertes raíces, fuerte tallo, hojas verdes y llevar fruto.
Pero, qué bueno reflexionar acerca de la vida en medio de las crisis como un árbol, enfrentado por vientos y las terribles tempestades. Tenemos dos ejemplos que nos ayudan a reflexionar:
El roble es un legendario árbol, valorado por su belleza y el alimento que produce, era reverenciado en la prehistoria. En muchas partes se le tiene alta estima, y suele representar longevidad, fuerza y tamaño. Se le ha llamado el “rey de los árboles”.
Las palmeras son delgadas, esbeltas y parecen los árboles más frágiles, pero en épocas de huracanes ahí siguen, permanecen intactas en medio de una destrucción generalizada. Siguen en pie, intactas como si la destrucción no fuera con ellas.
Así pues, he aquí una diferencia en la resistencia contra los vientos y las tempestades, el modelo de la estructura cilíndrica de árboles como el roble ayuda a soportar mejor el peso en las ramas, pero no el empuje lateral. Y viceversa, aguantar viento exige disminuir peso en copa, por eso la palmera tiene tan pocas hojas en relación a su altura.
Tu vida espiritual debe ser el complemento del Roble, fuerte, vigorosa, valorada por su belleza en representación de tu buen Jesús, que lo hizo todo para que disfrutaras de una vida plena y en abundancia. Además de esto hay que trabajar nuestra rigidez, para soportar los vientos, lluvias y tempestades que vendrán como circunstancias, dificultades, adversidades, pruebas inherentes a la vida y necesarias muchas veces para formar el carácter del creyente, debemos adquirir la flexibilidad de la palmera.
Punto de acción
¿Será que después de algunos de esos eventos, podrías estar intacto, como si no fuera contigo?
¿Estarás listo para soportar responsablemente el peso de la bendición?
«Florecerás como la palmera»
Salmo 92:12
Lectura biblica necesaria: Jeremías 17:5-18(NVI)
Pero, qué bueno reflexionar acerca de la vida en medio de las crisis como un árbol, enfrentado por vientos y las terribles tempestades. Tenemos dos ejemplos que nos ayudan a reflexionar:
El roble es un legendario árbol, valorado por su belleza y el alimento que produce, era reverenciado en la prehistoria. En muchas partes se le tiene alta estima, y suele representar longevidad, fuerza y tamaño. Se le ha llamado el “rey de los árboles”.
Las palmeras son delgadas, esbeltas y parecen los árboles más frágiles, pero en épocas de huracanes ahí siguen, permanecen intactas en medio de una destrucción generalizada. Siguen en pie, intactas como si la destrucción no fuera con ellas.
Así pues, he aquí una diferencia en la resistencia contra los vientos y las tempestades, el modelo de la estructura cilíndrica de árboles como el roble ayuda a soportar mejor el peso en las ramas, pero no el empuje lateral. Y viceversa, aguantar viento exige disminuir peso en copa, por eso la palmera tiene tan pocas hojas en relación a su altura.
Tu vida espiritual debe ser el complemento del Roble, fuerte, vigorosa, valorada por su belleza en representación de tu buen Jesús, que lo hizo todo para que disfrutaras de una vida plena y en abundancia. Además de esto hay que trabajar nuestra rigidez, para soportar los vientos, lluvias y tempestades que vendrán como circunstancias, dificultades, adversidades, pruebas inherentes a la vida y necesarias muchas veces para formar el carácter del creyente, debemos adquirir la flexibilidad de la palmera.
Punto de acción
¿Será que después de algunos de esos eventos, podrías estar intacto, como si no fuera contigo?
¿Estarás listo para soportar responsablemente el peso de la bendición?
Salmo 92:12
Lectura biblica necesaria: Jeremías 17:5-18(NVI)
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