Abr08
Una Ofensa
Mes // Abril 2024
► Salmos 140
¿Cómo reaccionas ante las ofensas? ¿Te gusta ofender? ¿Ofendes sin darte cuenta?
La ofensa es un anzuelo para capturar al hombre y hacerlo prisionero de sus instintos; lo hace olvidar la razón y, algunas veces, sus principios, que son los que le ayudan a diferenciarse del resto de la creación.
Es por eso que debemos estar atentos para no caer en esa trampa, debemos evitar la tentación de sentirnos ofendidos y actuar con paciencia, madurez y llenura del Espíritu Santo. Ya que, seguramente, son las personas que más amamos las que a veces nos hacen tanto daño (o dañamos) que sentimos desconcierto y decepción.
Es ahí cuando debemos entender que puede ser solo una simple situación o algo más grave, pero que estas pasarán y que no debemos dejarnos arrastrar por la ira momentánea y terminar siendo un juguete de nuestras reacciones al dejarnos afectar por una ofensa.
Recordemos que la ofensa es la carnada del maligno para vernos mal, tristes, amargados, airados.
Aprendamos a ver las cosas desde otro punto de vista, el de las Escrituras, que es mejor vivir limpios de corazón que maquinando maldad, y evitando caer en un ciclo sin fin, pues ofensa genera más ofensa y la violencia genera más violencia.
«Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.» Efesios 4:32
Punto de acción:
Dios nos manda a amarlo y a amarnos tanto que nadie pueda hacer un daño permanente, a que seamos lo suficientemente maduros para rehusar la ofensa y confiar en Él.
«Si tu hermano peca, repréndelo; y, si se arrepiente, perdónalo. Aun si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte “Me arrepiento”, perdónalo.» Lucas 17:3b-4
Lectura bíblica necesaria: Salmos 140 (RVR60)
Tamy Olarte