[widgetkit id="2"]
Ene19
¡Feliz! (Parte II)
Mes // Enero
► Deuteronomio 10:12
La Palabra de Dios dice ¡BIENAVENTURADO EL HOMBRE, TODOS, AQUEL! Porque desde la perspectiva de Dios es la persona, el hombre y la mujer, tú y yo, los que con nuestras decisiones podremos llegar a ver realizados y cumplidos todos los sueños que para un nuevo año hemos colocado en Su presencia.
Una primera decisión mencionada repetidamente en la Escritura es:
EL TEMOR DE DIOS
Antes de que podamos ser bendecidos, debemos reverenciar a nuestro Dios bendito. Sobre el hombre temeroso reposa una bendición continua y esa actitud nace de un amor filial de respeto y reconocimiento al Padre Celestial que es la esencia de la fe verdadera: es un temor a ofenderle y por ello queremos complacerle permanentemente en el cumplimiento de Sus mandamientos tanto que promueve una completa sumisión y obediencia. Este temor al Señor es la fuente de una vida santa, fuera de él (del temor) no tendremos santidad.
Esta práctica no tiene nada que ver con una conducta religiosa, mas bien es la expresión de una actitud existencial, que reconoce a Dios como a quien se debe y por lo tanto a quien debe reverencia, obediencia, sumisión y claro e irrestricto servicio a través del conocimiento de Su Palabra. Este verdadero temor a Dios que procede de la revelación divina, trae confianza y bendición.
«He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia» Salmo 33:18.
Este temor se manifiesta de diferentes maneras, por ejemplo:
De esta manera podemos hacer eficaz la sabiduría divina que nos imparte el Espíritu Santo, pues tememos a Dios y aborrecemos el mal (Proverbios 8:13), presentamos nuestros planes, sueño y objetivos y buscamos en la Palabra de Dios la manera de proceder de acuerdo a ella y recibir la bendición.
«Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios» Proverbios 2:5.
Plan de acción:
Cultivemos pues, el complacer permanentemente a Dios en el cumplimiento de Sus mandamientos, en completa sumisión y obediencia. Este temor al Señor es la fuente de una vida santa, fuera de él (del temor) tendremos santidad.
Lectura bíblica necesaria: Salmo 128 (NVI)Una primera decisión mencionada repetidamente en la Escritura es:
EL TEMOR DE DIOS
Antes de que podamos ser bendecidos, debemos reverenciar a nuestro Dios bendito. Sobre el hombre temeroso reposa una bendición continua y esa actitud nace de un amor filial de respeto y reconocimiento al Padre Celestial que es la esencia de la fe verdadera: es un temor a ofenderle y por ello queremos complacerle permanentemente en el cumplimiento de Sus mandamientos tanto que promueve una completa sumisión y obediencia. Este temor al Señor es la fuente de una vida santa, fuera de él (del temor) no tendremos santidad.
Esta práctica no tiene nada que ver con una conducta religiosa, mas bien es la expresión de una actitud existencial, que reconoce a Dios como a quien se debe y por lo tanto a quien debe reverencia, obediencia, sumisión y claro e irrestricto servicio a través del conocimiento de Su Palabra. Este verdadero temor a Dios que procede de la revelación divina, trae confianza y bendición.
«He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia» Salmo 33:18.
Este temor se manifiesta de diferentes maneras, por ejemplo:
- ✓Es respetuoso y agradecido con el Padre por su rescate y salvación.
- ✓Se sobrecoge al pensar en su pasado y que ahora se le permita estar frente a Él con honor.
- ✓Cuidado de que con un mal proceder pueda cortar Su gran generosidad.
- ✓Se retrae de forma voluntaria para no hacer nada que le contriste.
- ✓En el cual no hay temor (1 Juan 4:18), porque el perfecto amor de Dios ha echado fuera todo temor de nuestra vida.
De esta manera podemos hacer eficaz la sabiduría divina que nos imparte el Espíritu Santo, pues tememos a Dios y aborrecemos el mal (Proverbios 8:13), presentamos nuestros planes, sueño y objetivos y buscamos en la Palabra de Dios la manera de proceder de acuerdo a ella y recibir la bendición.
«Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios» Proverbios 2:5.
Plan de acción:
Cultivemos pues, el complacer permanentemente a Dios en el cumplimiento de Sus mandamientos, en completa sumisión y obediencia. Este temor al Señor es la fuente de una vida santa, fuera de él (del temor) tendremos santidad.
Autor
María Piedad Mesa
Escritora de:
Busca Amar a Dios y Ser Ejemplo
Bendito el Fruto de tu Vientre
Busca Amar a Dios y Ser Ejemplo
Bendito el Fruto de tu Vientre
Comments (2)
Oswaldo Figueroa F.
Creería que faltó colocar un "no".
reply
Yezid García
reply