¡Feliz! (Parte I)

En la concordancia de Strong, el término FELIZ quiere decir “suerte” y tiene como sinónimos palabras que bien conocemos en la Escritura: Bienaventurado, Bienaventurados, dichosos, felicidad.

De manera especial este es el tiempo cronológico, inicio de año en que por todas partes las personas dicen y repiten a una: ¡Feliz año! ¡Feliz año! ¿Qué será lo que todo el mundo está deseando a quien le dice ¡FELIZ AÑO!? ¿Será que le está deseando suerte? O será que conoce los demás sinónimos y ¿le está deseando que sea Bienaventurado, Bienaventurados, que sean dichosos, que tengan felicidad?

Pues bien, la Palabra de Dios tiene muchísimas menciones acerca de lo que cada uno de nosotros quisiera al iniciar un nuevo año. Seguramente, dirigido por diferentes personas u ocasiones, haz hecho la lista de todo lo que esperas, tu mapa de sueños hace parte importante de tu material de principio de año, pero quiero llevarte a conocer el secreto a través del cual todo ello será posible, y será posible porque Dios está interesado en dártelo no solo porque lo pidas o desees sino porque hace parte de Su generosidad.

Primero que todo, la palabra Feliz, en términos de unión y conocimiento de Dios, nos dice que es posible, porque somos hijos de Dios que es Feliz siempre, no está Feliz, Su felicidad no depende de circunstancias o situaciones, simplemente Su esencia es ser Feliz y una vez que ha venido a nuestra vida ha derramado esa esencia en nosotros, por lo tanto, si yo te digo ahora ¡FELIZ AÑO!, estoy diciendo un posible, solo bastaría conocer un poco cómo podrá llegar a ser.

Siendo esta expresión escasa en la Palabra de Dios vamos a remontarnos a la que si escuchamos una y otra vez: Bienaventurados, que habla de nueva ventura, buena ventura. Ahora sí quiero decirte ¡Bienaventurado nuevo año!

• El Salmo 1, comienza con « Bienaventurado el hombre.»  ,
• El Salmo 2, termina con« Bienaventurado todos»,
• El Salmo 127, termina con «Bienaventurado el hombre»,
• El Salmo 128, comienza con «Bienaventurado todo aquel».

La Palabra de Dios no dice ¡Bienaventurado el año!, no, dice ¡BIENAVENTURADO EL HOMBRE, TODOS,  AQUEL! Realmente lo que puede hacer la diferencia entre un año que pasó y uno nuevo está en El hombre, en ti y en mí que tomaremos decisiones conforme a la Palabra de Dios para ver la voluntad de Dios.

Puedes encontrar en el Salmo 1 ¿qué hacer para tener un Bienaventurado nuevo año y por su puesto que no hacer. Deléitate en ese estudio como un buen paso para comenzar esta nueva etapa de vida.