Skip to main content
Ene05

Guerra Espiritual

Mes // Enero

Satanás es real pero ya está derrotado

Guerra Espiritual
«Y el diablo, que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde ya estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. » - Apocalipsis 20:10



Jesús vino a la Tierra para destruir la obra del diablo (1 Juan 3:8). Con la muerte de Cristo en la Cruz, murió el pecado. Con su resurrección, la tumba fue vencida. Un día, Satanás será arrojado al lago de fuego para ser atormentado eternamente (Apocalipsis 20:10). En el infierno, no reinará Satanás, sino que será castigado para siempre.

Satanás está en guerra contra nuestro Padre, y nosotros somos el campo de batalla donde se libra el conflicto.

Como él no puede dañar a Dios, ataca a sus hijos. No hay peor daño para mí que atacar a mis hijos.

¿Cómo ganamos nuestra guerra contra este enemigo?
  • 1.- Resístelo con la fuerza de Dios.
    «Sométanse a Dios, resistan al diablo y él huirá de ustedes» (Santiago 4:7). Al ser tentado, somete la situación a Dios y elige resistir: «No le den lugar al diablo» (Efesios 4:27). Resistir el pecado será más fácil desde el momento en que aparezca en tu mente o corazón.
  • 2.- Proclama tu victoria en el poder de Dios.
    Tu Padre promete que no permitirá que enfrentes una tentación sin darte la fuerza para derrotarla (1 Corintios 10:13). Cuando el enemigo aparezca en tu vida, aférrate a esa promesa. Asume la victoria que Dios promete.
  • 3.- Usa la armadura del Espíritu Santo.
    Efesios 6 nos exhorta: «Fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, autoridades, potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales» (v. 10–12).
La “armadura” espiritual incluye la verdad de Dios, la justicia, el Evangelio, la fe, la salvación, la Palabra de Dios y la oración (v. 14–18). Afírmate en esto. Practícalo. Acéptalo como el poder de Dios para tu vida. Y será tu victoria.

Prepárate para ser tentado por tu enemigo mortal.

Los leones solo rugen cuando atacan. Afírmate en la fortaleza de Dios. Cuando falles, pide a Dios perdón, gracia y victoria.

Y la próxima vez que el diablo te recuerde tu pasado, recuérdale su futuro.

Punto de acción:

Dios mío, sé que cada día hay una batalla por delante, pero también sé que tú venciste en la Cruz del Calvario y me diste la victoria. Anhelo entender que el pecado no tiene que dominar mi vida y que soy más que vencedor en Cristo Jesús. A partir de hoy, saldré a la batalla diaria, sabiendo que tú me das la victoria. En Cristo Jesús. Amén.

Lectura bíblica necesaria: Efesios 6 (PDT)

Leave a comment

You are commenting as guest. Optional login below.