Firmes y constantes

Recuerdo cuando el apóstol Pablo decía a los discípulos de Corintio una recomendación, también para poder llegar lejos en la vida cristiana: Pablo decía: “siempre”, una actitud que será una bendición y prosperidad en el caminar exitoso y productivo con Cristo.

Pensando lo que significa el calificativo “siempre” da una connotación de perseverancia, insistencia en medio de las circunstancias, persistencia aun cuando las cosas no van muy bien, lo cual habla del carácter bien firme y forjado para continuar el camino.

“Siempre” tiene unos sinónimos que casi dan el sentido de eternidad a la acción que disciplinadamente se ha desarrollado: perenne, perpetuo, eterno, perdurable, imperecedero. Es una acción decidida con el propósito de que se convierta en un estilo de vida inclaudicable.

¿Qué era lo que pedía el apóstol Pablo que hicieran “siempre”?

• - Firmes: En nuestro llamado, sabemos que tenemos una posición que defender, que hay que pelear por estar ahí, sin huir, hasta el último aliento. Esta firmeza habla de la fuerza mental y espiritual en nuestra batalla de fe.
• - Constantes: Es hablar de una actividad marcada por la dedicación, la entrega, el amor en el servicio, con voluntad firme y continuada en la determinación de hacer una cosa o en el modo de realizarla. Así pues, será el ánimo permanente que no interrumpe las acciones, sino que persiste en el empeño y la intensidad para lograr aquello para lo cual hemos sido llamados por nuestro buen Dios.
• - Creciendo en la obra del Señor siempre: Mantenernos no es suficiente, crecer implica, ir de menos a más, pasar adelante, conquistar, ganar terreno, avanzar y para ello Dios mismo nos ha dotado de todo lo necesario: Su Espíritu Santo, dones espirituales, habilidades y talentos que harán posible la victoria en la batalla de cada uno y poder lograrlo con toda solvencia.

El Señor nos llama a permanecer, Él ha hecho una elección de tu vida y la mía y nos ha enseñado a través de Su Palabra que no es tarea fácil pero que, con Su ayuda y la presencia de Su Santo Espíritu, es posible y para ello nos enseña esas características y nos alienta diciéndonos:«Sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano»: Esta es una tarea de proporciones grandes, su alcance es la vida eterna y por eso Dios mismo tiene cuidado de ella y de los resultados. El trabajo para el Señor es muy importante ya que el deseo de Dios es «que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad» y a través de tu servicio y el mío constante, firme, “siempre” será posible.

Punto de acción:

¿Qué puedes decidir hoy hacer “siempre”? Debes empezar con la constancia y firmeza. Hoy es una buena decisión respecto de áreas en tu vida espiritual para lograr tener por derecho lo que el Señor te dice:«tu trabajo en el Señor no es en vano.»