Amigos de Dios

Cualquier ser humano sobre este planeta quisiera que en esta vida y también en la eterna, llevar consigo el apelativo de ser llamado: Amigo de Dios.

Pienso que ser amigo, implica unas características muy particulares, y todas ellas las cumplió Abraham en la hermosa e íntima relación que tuvo con Dios, veamos:

• 1. Se es conocido: No solo por una referencia o una razón externa se es conocido. Esta característica denota un comienzo de intimidad y la mejor explicación la dio Jesús a Sus discípulos cuando les dijo: «Ya no os llamo siervos, sino amigos porque os he dado a conocer todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer» Juan 15:15
• 2. Se es colaborador: La camaradería que va produciendo el conocimiento más íntimo nos permite compartir planes y sueños comunes y es así como nos convertimos en participantes de proyectos. Jesús lo dijo: «Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando» Juan 15:14
• 3. Se es aliado: El compartir y la intimidad va llevándonos a un status de ser “socios”. Jesús invitó a Sus discípulos a seguirle no como siervos, sino como “socios” de la gran comisión. Bastaba solamente decirles «Ven y sígueme» y al instante lo dejaron todo.
• 4. Se es compañero: De viaje, de sueños, de una vida en común es a lo que Dios nuestro amigo quiere invitarnos. Él quiere ser nuestro permanente acompañante y desea que tomemos la decisión de acompañar Su proyecto de vida para nosotros, desde la hermosa amistad que nos ofrece.
• 5. Se es “Camarada”: Amigo íntimo, cofrade que hace las veces de “socio” y “hermano”, porque la confianza y el amor nos unen totalmente.

Abraham pudo ser llamado Amigo de Dios, porque permitió que su relación creciera y se incrementara cada día más en amistad, libertad, familiaridad e intimidad.

En Génesis 18 encontramos que Abraham el amigo de Dios, ha descargado su propia conciencia y ha desahogado su alma con Dios, a quien se ha estado dirigiendo con tanta confianza como amigo y abandona confiadamente su causa.

«Y ahora, habiendo hablado el Señor con Abraham como su amigo, y "se fue", Abraham "regresa a su lugar» (ver. 33).

La amistad con Dios nos permite encontrar en intimidad Sus secretos y amor.

Punto de acción:

Ser amigo de Dios es la riqueza que te permitirá los regalos celestiales y las victorias terrenales. ¡Deja que Dios sea tu mejor amigo!