La pequeña fe

Usted, como yo, se ha preguntado alguna vez, ¿si su fe es real? sobre todo al ver tanta injusticia, tanta inmoralidad y tanta maldad al parecer triunfante, o se ha preguntado: ¿Dónde está Dios? ¿Por qué no viene a ayudarnos? O le ha clamado ¡Dios haz un milagro! Cuando oro por aquellos con enfermedades graves y no se curan, yo me pregunto ¿Por qué mi oración no funciona? ¿Será que no tengo fe?

Al igual que usted y yo, los discípulos cuestionaron a Jesús. ¡Necedades! No hay nada en este mundo superando al Amor de Dios, no hay nada visto por Él, tan insignificante, sin merecer Su cuidado; de la misma manera, no hay problema ni crisis tan grande, sobrepasando la Sabiduría y el Poder de Dios.

En nuestro mundo material, nos manejamos conforme a la experiencia de nuestros cinco sentidos, si lo vemos, si lo olemos, si lo oímos o lo sentimos. Hay un mundo inmaterial invisible para nuestros ojos naturales; no vemos legiones de ángeles ayudándonos, A Dios siempre presente, A Jesucristo con nosotros hasta el fin del mundo (Mateo 28:20) o al Espíritu Santo intercediendo, consolando, guiándonos, (Juan 16:13).

Sólo tenemos que creer, pero no solo creer en el Poder de Dios para hacer milagros - eso es obvio - sino creer en un Dios lleno de bondad y de infinita Misericordia, quien envió a su único Hijo para salvarnos a ti y a mí del pecado y de la muerte eterna. Ya lo dijo Él, « si tuvieran fe como una semilla de mostaza» ¿Conoces la semilla de mostaza? así de pequeña le basta al Señor nuestra fe.

Oración:

Señor, perdona nuestra necedad al exigirte grandes manifestaciones milagrosas, en vez de concentrarnos en adorarte y alabarte, Rey y Señor, confiados en tu Voluntad, buena, agradable y perfecta. Ayúdanos a alcanzar esa fe, aunque solo llegue a ser tan pequeña como una semilla de mostaza.