Ene31
Liderar Sabiamente
- 2 Timoteo 2:15
Muchos anhelan la sabiduría, pero es fundamental reconocer, como nos enseña la Biblia, que existen dos tipos de ella.
El primer paso para desarrollar un liderazgo sabio es tomar conciencia de estos dos tipos de sabiduría: una que proviene del cielo y otra diabólica, de un origen completamente distinto.
Cada una posee características y frutos visibles distintos, que se reflejan en el liderazgo según el uso que los líderes hacen de ellas en su ejercicio de influencia.
La sabiduría diabólica, según Santiago, se revela a través de envidias amargas y rivalidades en el corazón, alardear y faltar a la verdad (Santiago 3:14).
Por otro lado, la sabiduría que viene de lo alto se manifiesta en la buena conducta y en obras realizadas con humildad (Santiago 3:13).
Entonces, ¿cómo distinguir las acciones de los líderes actuales según estas dos sabidurías? Es sencillo: por sus frutos.
Si observas a alguien cuyas decisiones son sabias, «primero puras, después pacíficas, amables, dóciles, llenas de compasión y de buenos frutos, imparciales y sinceras» (Santiago 3:17), entonces estás ante un líder con temor de Dios y con potencial para un gran impacto.
Y tú, como líder, ¿de qué lado deseas estar? ¿Cómo lideras tus asuntos, tu hogar, tu trabajo?
Oremos:
Dios mío, gracias por enseñarme sobre un liderazgo sano y efectivo. Anhelo ser un líder sabio que aprende de ti y de tu palabra. Aleja de mí cualquier estilo de liderazgo contrario a tu voluntad y permíteme ser cada día un ejemplo de líder como tú. Amén.
El primer paso para desarrollar un liderazgo sabio es tomar conciencia de estos dos tipos de sabiduría: una que proviene del cielo y otra diabólica, de un origen completamente distinto.
Cada una posee características y frutos visibles distintos, que se reflejan en el liderazgo según el uso que los líderes hacen de ellas en su ejercicio de influencia.
La sabiduría diabólica, según Santiago, se revela a través de envidias amargas y rivalidades en el corazón, alardear y faltar a la verdad (Santiago 3:14).
Por otro lado, la sabiduría que viene de lo alto se manifiesta en la buena conducta y en obras realizadas con humildad (Santiago 3:13).
Entonces, ¿cómo distinguir las acciones de los líderes actuales según estas dos sabidurías? Es sencillo: por sus frutos.
Si observas a alguien cuyas decisiones son sabias, «primero puras, después pacíficas, amables, dóciles, llenas de compasión y de buenos frutos, imparciales y sinceras» (Santiago 3:17), entonces estás ante un líder con temor de Dios y con potencial para un gran impacto.
Y tú, como líder, ¿de qué lado deseas estar? ¿Cómo lideras tus asuntos, tu hogar, tu trabajo?
Oremos:
Dios mío, gracias por enseñarme sobre un liderazgo sano y efectivo. Anhelo ser un líder sabio que aprende de ti y de tu palabra. Aleja de mí cualquier estilo de liderazgo contrario a tu voluntad y permíteme ser cada día un ejemplo de líder como tú. Amén.
Lectura bíblica necesaria: Salmo 119