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Ago25

Mayor dueño de todo

« Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.»
► 1 Crónicas 29:11(RVR60)

Dios es el dueño absoluto de todo…todo es todo, sin excepción de algún bien, don, persona, que el ser humano crea tener o poseer a su disposición.

En nuestro argot coloquial se llama mayordomo a la persona encargada de disfrutar cuidando y multiplicando los bienes de quien lo ha contratado para ello. Por eso sabiendo que nuestro Dios es el dueño absoluto de todo, se nos ha dado el honor de que cuidemos y disfrutemos lo que hemos recibido y eso nos hace mayordomos de las riquezas del "mayor dueño"

Para ello la Escritura hace mención de unas características que engrandecerán nuestra labor, como son:

1. Fidelidad 1 Corintios 4:2
2. Digno de Confianza Mateo 5:16
3. Sabio Santiago 1:5
4. Fructífero: Mateo 25:14-29
5. Gustoso por agradar a Dios: 2 Timoteo 2:4

¿Y qué se nos ha entregado?
  • 1. Los Talentos. Mateo 25: 14-30
  • 2. El Tiempo. Efesios 5:16
  • 3. Dinero y posesiones. 1 Tim 6:5-10
4. La vida. Romanos 12:3-8, quizá sea ésta la posesión y riqueza más especial que Dios nos ha entregado a cuidar. Ella comprende tu vida espiritual (tu crecimiento y relación con Dios y debemos ser conocedores y conscientes de nuestra identidad en Cristo para vivir de acuerdo a ella) 1 Pedro 2:9-10. También tu vida emocional Proverbios 4:20-23. (El corazón es el asiento de las emociones y el conector del espíritu, al alma y al cuerpo, por lo tanto, debemos cuidarlo. Isaías 43:18 es una manera efectiva de hacerlo). Así mismo tu cuerpo 1 Cor.6:19-20; Romanos 12:1 y 1 Juan 2:15-17. (Él es el templo, lugar donde Dios reside por lo tanto debemos cuidarlo y protegerlo de todo lo que ofrenda Su presencia en nosotros).

Es un privilegio que Dios nos haya encomendado una vida integral para trabajar en ella y sacar los mejores frutos para ofrecer a Dios.

Este conocimiento es un gran desafío para la vida del creyente, ya que la sociedad nos ha hecho pensar que las cosas nos pertenecen y ahora comprendemos que solo nos han sido encomendadas para disfrutar mientras las cuidamos y hacemos multiplicar.

Punto de acción:

Enumera las cosas que crees te pertenecen: vida, familia, profesión, salud y toma la decisión de entregárselas a tu "mayor dueño", después de ese ejercicio encontrarás la felicidad de disfrutar como "mayordomo" el que Dios te lo haya dado a administrar.

Lectura bíblica necesaria: Mateo 25:14-30 (RVR60)