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Una de las claves más importantes para recibir el favor y bendición de Dios en tu trabajo es que debes preocuparte genuinamente por las personas con las que trabajas. Aun cuando sean irritables, que no les simpatices, o se burlen por alguna razón.

¿Por qué esto es tan importante?
Porque después de amar a Dios con todo el corazón, la siguiente lección en la vida y por la cual Dios te puso aquí en la tierra, es para que aprendas como amar a los demás.

Dios es amor, y Dios quiere que seas como Él. Es fácil amar a las personas que nos aman y nos agradan, entonces si Dios va a enseñarte el amor real, tienes que darte cuenta, Él va a poner alrededor de ti personas a las que te es difícil amar, así como un cónyuge irritable, un hermano problemático o un compañero de trabajo envidioso.

La Biblia dice, “Hagan todo con amor.” ; La pregunta sería: ¿Qué parte de “todo” no entendemos?. La buena noticia es que esto no es complicado. Es fácil ver el poder de la palabra amable, una sonrisa amigable, una palmadita de ánimo, un elogio genuino, un abrazo, una palabra de aliento y un oído listo para escuchar.

Este es el poder de las cosas sencillas. Muchas vidas pueden cambiar cuando alguien se toma el tiempo de prestarles atención. No hay una persona en este planeta quien no esté necesitado por un poco de atención y cuidado. Sin embargo personas que se preocupen por los demás es difícil de encontrar. Atrévete a ser uno de ellos.

El Apóstol Pablo dijo: “Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor.” Efesios 4:2 NTV.

Punto de acción

Trabaja esta semana en las pequeñas cosas, pronto estas se convertirán en un verdadero y constante interés por el bienestar de tus compañeros de viaje por la vida.

¿Quién necesita palabras de afirmación, estimulo o elogio en tu trabajo esta semana?

Lectura bíblica necesaria: 1 Cor. 13 (PDT)