Feb20
Somos Iglesia
- Job 33:12-13
Alguna vez te has levantado un domingo con el pensamiento, intención o deseo de: “Voy a ir a la iglesia”, y muchas veces ese anhelo se ve influenciado por tu estado de fe y/o por tu ánimo.
La verdad es que esa frase “Voy a ir a la iglesia” no debería ser cierta si eres un verdadero cristiano, y te estarás preguntando ¿por qué?
Porque la forma correcta de pensar, sentir o desear debería ser esta: “Porque soy iglesia, voy a ir a congregarme”. No se trata de un juego de frases, se trata de aclarar la perspectiva correcta de tu papel en este mundo como hijo de Dios.
Se trata de que ahora tienes un lugar, haces parte de Él, de su familia, de su iglesia, y debes vivir e influenciar de manera intencional todo lo que pasa a tu alrededor con un aroma que solo proviene de vivir con Él y para Él.
«Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa; pues sin la santidad, nadie podrá ver al Señor.»(Hebreos 12:14)
Punto de acción
Si has recibido a Cristo como tu salvador, entonces eres “santo”, es decir, estás apartado para Dios, y por tanto, la próxima vez que pienses en la palabra Iglesia no estarás pensando en unos muros o instrumentos, etc., sino en tu corazón limpio para que Él more.
¿Es tu corazón una iglesia?
¿Las campanas de tu corazón alaban a tu Creador?
¿Qué crees que podrías aportar como iglesia?
Lectura bíblica necesaria: Hechos 9 (NVI)
La verdad es que esa frase “Voy a ir a la iglesia” no debería ser cierta si eres un verdadero cristiano, y te estarás preguntando ¿por qué?
Porque la forma correcta de pensar, sentir o desear debería ser esta: “Porque soy iglesia, voy a ir a congregarme”. No se trata de un juego de frases, se trata de aclarar la perspectiva correcta de tu papel en este mundo como hijo de Dios.
Se trata de que ahora tienes un lugar, haces parte de Él, de su familia, de su iglesia, y debes vivir e influenciar de manera intencional todo lo que pasa a tu alrededor con un aroma que solo proviene de vivir con Él y para Él.
«Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa; pues sin la santidad, nadie podrá ver al Señor.»(Hebreos 12:14)
Punto de acción
Si has recibido a Cristo como tu salvador, entonces eres “santo”, es decir, estás apartado para Dios, y por tanto, la próxima vez que pienses en la palabra Iglesia no estarás pensando en unos muros o instrumentos, etc., sino en tu corazón limpio para que Él more.
¿Es tu corazón una iglesia?
¿Las campanas de tu corazón alaban a tu Creador?
¿Qué crees que podrías aportar como iglesia?
Lectura bíblica necesaria: Hechos 9 (NVI)