Skip to main content
Oct24

¿De dónde vienen los bebés?

Mes // Octubre

¿De dónde vienen los bebés?
«Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación.»
► Hechos 17:26(RVR60)

Siempre me sorprendo al ver rasgos en mi hija o en mi nieto, de una hermana o una tía del padre de ella. ¿Quién se tomó ese trabajo tan complejo para mezclar elementos tan diferentes y lograr un individuo único?

Existe una molécula que es hasta el día de hoy, la de mayor complejidad conocida. Esta molécula lleva codificada la información genética característica de los diferentes seres vivos y se encuentra en nuestro cuerpo, con todas las instrucciones para crear y mantener la vida. Científicamente se le llama; ácido desoxirribonucléico o ADN, llamada por algunos, “la molécula de la vida”.

Leonard M. Adleman, profesor de Biología Molecular y Ciencias informáticas dijo: “Un gramo de ADN, que ocupa, en seco, alrededor de un centímetro cúbico, puede almacenar aproximadamente la información de un billón de discos compactos”. El almacenamiento del ADN es tan infinito que una porción diminuta de este, contiene las instrucciones para construir trescientas cincuenta veces la población mundial actual, de acuerdo a los científicos. Es totalmente improbable que esta magnífica obra sea fruto de la casualidad o del azar, pero sin duda alguna, es imprescindible la intervención de una gran mente inteligente y única. ¡Qué gran ingeniero eres Tú Señor!

No en vano el rey David exclama: «Tus ojos vieron hasta mi embrión, y en tu libro todas sus partes estaban escritas, respecto a los días en que fueron formadas y todavía no había una entre ellas.» Salmo 139:16

Dios nos creó de una manera tan espectacular y asombrosa, con tierno e infinito amor, tanto que, al vernos caídos, envió a Jesucristo Su Único Hijo, para salvar tan maravillosa obra.

Oración:

Tú nos creaste. Reconocemos que eres el dador del ADN, del cual procedemos y al cual pertenecemos porque no te resignaste a perdernos y nos compraste por precio, la sangre de Tu Hijo, Cristo. Te alabamos y te adoramos Padre, en el nombre de Jesús. Amén.

Lectura bíblica necesaria: Hechos 17:16-34(RVR60)

Autor

Janeth Medina David

Lider paulina Cenfol La Reconciliación Profesional en estudios Políticos y resolución de conflictos - UniValle