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Abr29

Colocando la mirada

Mes // Abril

Colocando la mirada
« No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.»
► 2 Corintios 4:18(RVR60)

Estando Pedro con Jesús en el momento que Él comenzó a declarar la necesidad de ascender a Jerusalén para ser crucificado, muerto y resucitar al tercer día, afloró en el discípulo una expresión que cualquier mentor o líder nunca hubiera esperado de quien por tres años había estado con Él y fue entonces lo que produjo una reacción, quizá también inesperada en Jesús:

«Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.»
Mateo 16:23

¿En qué fue que no acertó Pedro al hablar a Jesús? Pedro habló de sus apegos... dejó ver sus miedos... se creyó capaz de controlar el futuro, y lo demostró cuando le dijo:

«Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.»
Mateo 16:22

Jesús le dijo que "no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las cosas de los hombres", es que las cosas de Dios son eternas, son intangibles pero son reales, solo cuando ponemos la mira en las cosas de Dios, que son como Él y que son las que Él nos ha prometido, podremos estar en sintonía con lo que Dios quiere y espera de nosotros.

Pablo dijo en Colosenses 3:2 que debemos poner la mirada "donde Cristo está sentado" quizá parezca difícil en este mundo tan sensorial y lleno de estímulos a los sentidos, a lo que se ve, se toca, se siente, y Jesús dice que eso nos hace ver las cosas que no deberíamos ni ver ni tener ni anhelar porque son temporales, próximas a desaparecer y nada tienen que ver o ayudarnos a alcanzar nuestra meta celestial y eterna.

Por eso, la Palabra de Dios misma, nos lleva a reflexionar sobre el evento desafortunado de Pedro, pues para nuestra enseñanza se ha dejado escrito.

Tenemos una invitación especial a concentrar nuestra atención. Debemos intencionalmente pensar en las cosas que se encuentran en el cielo. La vida está llena de problemas pequeños o grandes y ellos son muy reales para nosotros. Pero con todo y eso, la mayor necesidad para nosotros es establecer una relación con Cristo y Su posición celestial que nos anima a tenerlo por prioridad sobre todo lo demás. Por ello aquí se nos pide que concentremos la mirada en las cosas celestiales, eternas, no en las de la tierra o de esta vida temporal que es pasajera.

Punto de acción

¿A dónde está puesta tu mirada? Puedes considerar a través de este estudio si ella está hacia el lugar correcto o el incorrecto. El correcto habla de lo eterno, el incorrecto habla de lo temporal y solo tú puedes decidir acerca de ello.

Lectura bíblica necesaria: Colosenses 3(RVR60)