[widgetkit id="2"]
Mayo09
En medio de todo, ¡Alabo!
Jeremías 9:13-15(RVR60)
En todo tiempo la enseñanza de los padres marca un gran número de nuestras acciones y actitudes que traen bendición o por el contrario llevan a los hijos a imitar conductas de desobediencia.
Los padres nos dan la riqueza de recuerdos memorias de obediencia, fe y carácter que están presentes cuando los necesitas.
Cada día creamos memorias en los niños y jóvenes estamos esculpiendo almas; ellos aprenden por imitación o también por omisión y nuestro testimonio fortalece hábitos de obediencia a Dios o de pecado.
Cada día creamos memorias en los niños y jóvenes estamos esculpiendo almas; ellos aprenden por imitación o también por omisión y nuestro testimonio fortalece hábitos de obediencia a Dios o de pecado.
«dejaron mi ley, la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mi voz, ni caminaron conforme a ella; antes se fueron tras la imaginación de su corazón, y en pos de los baales, según les enseñaron sus padres.»
Jeremías 9:13-14
Dios permite Comer ajenjo y beber aguas de hiel… el dolor llega porque el pecado paga con dolor… con mucho dolor.
Mi reflexión hoy, es que cada día me parezco más físicamente a mi madre e inconscientemente veo respuestas en mí que aprendí y aprendo de ella; el aprendizaje de lo que he visto en ella es la manera digna de cómo envejece una mujer de Dios.
Ella me repite “recuerda que eres una embajadora del Señor”.
¿Mi reto? Enseñar a envejecer con dignidad como ella me enseñó a mí.
Punto de acción
Enseñar a vivir la vida del reino con fe y valor como ella lo hizo conmigo. Está siendo un tiempo desafiante para mí; pero hay luz y camino derecho; la luz de la Palabra y el camino derecho de cómo ser una mujer mayor que con la Palabra y el testimonio, solo copio su manera de ver y amar a Dios y la vida, hablar, sonreír y tener fe.
En estos momentos de desafío por los que estoy pasando tengo la herencia de su ejemplo; mi mayor riqueza.
Tenemos un día más de oportunidad para dejar herencia que no se olvida ni se pierde: nuestro testimonio de fe, valor, obediencia y sonreír.
Mi madre me dijo: Cuando tengo mucho dolor; ¡ALABO!
Lectura bíblica necesaria: Salmos102(NBV)
Los padres nos dan la riqueza de recuerdos memorias de obediencia, fe y carácter que están presentes cuando los necesitas.
Cada día creamos memorias en los niños y jóvenes estamos esculpiendo almas; ellos aprenden por imitación o también por omisión y nuestro testimonio fortalece hábitos de obediencia a Dios o de pecado.
Cada día creamos memorias en los niños y jóvenes estamos esculpiendo almas; ellos aprenden por imitación o también por omisión y nuestro testimonio fortalece hábitos de obediencia a Dios o de pecado.
Jeremías 9:13-14
Dios permite Comer ajenjo y beber aguas de hiel… el dolor llega porque el pecado paga con dolor… con mucho dolor.
Mi reflexión hoy, es que cada día me parezco más físicamente a mi madre e inconscientemente veo respuestas en mí que aprendí y aprendo de ella; el aprendizaje de lo que he visto en ella es la manera digna de cómo envejece una mujer de Dios.
Ella me repite “recuerda que eres una embajadora del Señor”.
¿Mi reto? Enseñar a envejecer con dignidad como ella me enseñó a mí.
Punto de acción
Enseñar a vivir la vida del reino con fe y valor como ella lo hizo conmigo. Está siendo un tiempo desafiante para mí; pero hay luz y camino derecho; la luz de la Palabra y el camino derecho de cómo ser una mujer mayor que con la Palabra y el testimonio, solo copio su manera de ver y amar a Dios y la vida, hablar, sonreír y tener fe.
En estos momentos de desafío por los que estoy pasando tengo la herencia de su ejemplo; mi mayor riqueza.
Tenemos un día más de oportunidad para dejar herencia que no se olvida ni se pierde: nuestro testimonio de fe, valor, obediencia y sonreír.
Mi madre me dijo: Cuando tengo mucho dolor; ¡ALABO!
Lectura bíblica necesaria: Salmos102(NBV)