Vuela

Hay muchas cosas en la naturaleza que nos hablan del indudable poder de Dios, cosas que tal vez para la mente nuestra requieren esfuerzo de comprensión, pero para Él es algo simplemente funcional.

Un pequeño ejemplo es la facilidad con que el abejorro puede volar. ¡Los científicos dicen que no debería ocurrir! ¡Es imposible!

Según la teoría de la aerodinámica los abejorros no pueden volar. Sin embargo, el abejorro sin conocer todas esas proporciones y datos científicos, vuela.

Dios creó a este insecto y lo diseño para volar. Obviamente que el abejorro no le preguntó a Dios sobre el problema de la aerodinámica. Él simplemente voló. Tampoco le preguntó a Dios si sabía lo que estaba haciendo. Él simplemente voló. No se preguntó si Dios lo amaba, al darle esas alas tan pequeñas. Él, simplemente, voló.

Cuando Dios nos creó nos equipó para la vida que tenemos por delante. Y ahora en Cristo sabemos los planes que tiene para cada uno de nosotros, de cómo Él nos ama, de Su promesa de estar con nosotros, enseñarnos, guiarnos y ser nuestra roca. Todo lo que tenemos que hacer es confiar y aprender de Él.

Punto de acción

Dios, obviamente, no está limitado por nuestra comprensión de cómo suceden las cosas. Sólo porque no vemos o sabemos algo, no significa que no sea real. La fe es, verdaderamente, la sustancia de las cosas que no se ven. A veces, la vida es inexplicable, pero con Él lo imposible es posible.

Y el hecho de que no entendamos cómo se hace algo, no significa que el Dios Todopoderoso no pueda hacerlo, cuando esto ocurra en tu vida solamente esto será algo sorprendente.

Entonces vuela