[widgetkit id="2"]
Feb22
Auto-control
► Proverbios 16:32 (PDT)
Walter Mischel (judío)creador de la “prueba de malvavisco” que consistió en colocar a niños de edad promedio 5 años, frente a un malvavisco durante 15 minutos, con la instrucción que si esperában el tiempo completo ganarian otro igual.
"Walter, Descubrió que había una correlación general entre la capacidad de los niños para controlar sus impulsos durante sus años formativos y su éxito posterior en todas las áreas de la vida"
Que prueba tan dificil, ¿y cúal es hoy la tuya ?
Cuando una persona no ha recibido a Cristo es guiada por sus emociones, sentimientos y deseos desenfrenados. En algunos casos la motivación para vivir está en la búsqueda del placer.
En otros, el temor por no repetir una experiencia traumática de la niñez los motiva a trabajar y quererse superar y en otros pocos es el enojo o la ira lo que los motiva a vivir obstinadamente siempre guiados por su propio parecer.
Sin embargo, al recibir a Jesús como su Señor y Salvador, aquella persona que antes estaba siendo guiada por motivos equivocados descubre que la vida es mucho más que placer, temor y rencor.
Dios te ha dado Su Espíritu Santo para ensañarte a vivir y ha renovado tu entendimiento. Ahora no eres esclavo de tu propio ego; ahora el poder de Dios habita en ti.
« Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. »
2 Timoteo 1:7-9
Con el Espíritu Santo viviendo y controlando tu vida, puedes dejar que Cristo pueda vivir su vida a través de ti, y ver sus frutos cada día:
« En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto.»
Gálatas 5:22-23 (TLA)
Cuando permitimos que Cristo viva Su vida en nosotros, entonces el carácter de Jesucristo, también se forma en tu vida hasta llegar a reflejar plenamente la Gloria de Dios.
Oremos:
Padre Celestial: Gracias porque desde el momento que le entregué a Jesucristo mi vida, y lo reconocí como mi Señor y Salvador, no hay nada que pueda impedir su acción en mí. Me has destinado a ser como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia mi vida. Gracias a la acción de tu Santo Espíritu en mí, puedo decir que cada día camino más de tu mano, haciendo tu voluntad y dependiendo de tu dirección. Y esto hace que me parezca más a ti.
Lectura bíblica necesaria: Proverbios 16(PDT) "Walter, Descubrió que había una correlación general entre la capacidad de los niños para controlar sus impulsos durante sus años formativos y su éxito posterior en todas las áreas de la vida"
Que prueba tan dificil, ¿y cúal es hoy la tuya ?
Cuando una persona no ha recibido a Cristo es guiada por sus emociones, sentimientos y deseos desenfrenados. En algunos casos la motivación para vivir está en la búsqueda del placer.
En otros, el temor por no repetir una experiencia traumática de la niñez los motiva a trabajar y quererse superar y en otros pocos es el enojo o la ira lo que los motiva a vivir obstinadamente siempre guiados por su propio parecer.
Sin embargo, al recibir a Jesús como su Señor y Salvador, aquella persona que antes estaba siendo guiada por motivos equivocados descubre que la vida es mucho más que placer, temor y rencor.
Dios te ha dado Su Espíritu Santo para ensañarte a vivir y ha renovado tu entendimiento. Ahora no eres esclavo de tu propio ego; ahora el poder de Dios habita en ti.
2 Timoteo 1:7-9
Con el Espíritu Santo viviendo y controlando tu vida, puedes dejar que Cristo pueda vivir su vida a través de ti, y ver sus frutos cada día:
Gálatas 5:22-23 (TLA)
Cuando permitimos que Cristo viva Su vida en nosotros, entonces el carácter de Jesucristo, también se forma en tu vida hasta llegar a reflejar plenamente la Gloria de Dios.
Oremos:
Padre Celestial: Gracias porque desde el momento que le entregué a Jesucristo mi vida, y lo reconocí como mi Señor y Salvador, no hay nada que pueda impedir su acción en mí. Me has destinado a ser como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia mi vida. Gracias a la acción de tu Santo Espíritu en mí, puedo decir que cada día camino más de tu mano, haciendo tu voluntad y dependiendo de tu dirección. Y esto hace que me parezca más a ti.