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Sep05
Camina en integridad
►Proverbios 10:9(RVR60)
Integridad es la palabra que traducida del hebreo significa “condición de ser intachable, sincero, sensato, recto, moral”. En el Nuevo Testamento se ve asociado a la explicación de quien hace buenas obras, por eso aprendemos a vivir “mostrando integridad” (Tito 2,7 a), al estilo de Jesús, pues es el ejemplo perfecto de un hombre íntegro, tanto que ni Satanás, aunque le tentó, logró hacerle pecar para debilitar Su integridad y corromperlo, según lo dice la Palabra de Dios en hebreos 4,15:
«Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse
de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado.»
Esta es demostración de la definición de integridad que tiene para ser ejemplo de enseñanza con integridad. Solo el poder de Dios a través de la obra del Espíritu Santo en nuestra vida puede hacernos cada vez más íntegros a pesar de las dificultades normales de la vida, en las cuales estamos llamados a obedecer a Dios de todo corazón y esa obediencia es la que nos hace ser íntegros en toda nuestra vida.
No es fácil ser íntegro hoy en día, pues la tentación de la corrupción moral está al asecho, pero como cristianos debemos estar dispuestos a no participar de todo lo que sea contrario a la voluntad de Dios para nuestra vida.
Algunas de las áreas en las que debemos estar prestos a decir no:
Oración : Amado Dios por tu enseñanza y el poder del Espíritu Santo, renunciamos a todo lo que pueda dañar nuestra integridad en cualquier área de nuestra vida y especialmente en lo que enseñamos, modelamos, ejemplarizamos a otros, porque esa falta de integridad resquebrajaría la verdad enseñada.
Punto de acción:
Corazón sin engaño, boca sin engaño. Entonces, ¿cuánto debemos convertirnos en hombres y mujeres que, por el valor del perdón de nuestros pecados, debemos anhelar presentarnos con sinceridad y honestidad delante de Dios?
Lectura bíblica necesaria: 1 Pedro 2:17-25 (RVR60)Esta es demostración de la definición de integridad que tiene para ser ejemplo de enseñanza con integridad. Solo el poder de Dios a través de la obra del Espíritu Santo en nuestra vida puede hacernos cada vez más íntegros a pesar de las dificultades normales de la vida, en las cuales estamos llamados a obedecer a Dios de todo corazón y esa obediencia es la que nos hace ser íntegros en toda nuestra vida.
No es fácil ser íntegro hoy en día, pues la tentación de la corrupción moral está al asecho, pero como cristianos debemos estar dispuestos a no participar de todo lo que sea contrario a la voluntad de Dios para nuestra vida.
Algunas de las áreas en las que debemos estar prestos a decir no:
- - Al soborno (Éxodo 23,8).
- - A servir a los hombres antes que a Dios (Hechos 5,29).
- - A no cumplir nuestra palabra (Santiago 5,12).
- - Amar a los demás solo de palabra (1 Juan 3,17-18).
Oración : Amado Dios por tu enseñanza y el poder del Espíritu Santo, renunciamos a todo lo que pueda dañar nuestra integridad en cualquier área de nuestra vida y especialmente en lo que enseñamos, modelamos, ejemplarizamos a otros, porque esa falta de integridad resquebrajaría la verdad enseñada.
Punto de acción:
Corazón sin engaño, boca sin engaño. Entonces, ¿cuánto debemos convertirnos en hombres y mujeres que, por el valor del perdón de nuestros pecados, debemos anhelar presentarnos con sinceridad y honestidad delante de Dios?