La adoración

El corazón de la adoración es rendirse, entregarse.

La palabra "rendición" significa estar sometido al dominio o voluntad de alguien, tan molesta e incómoda como la palabra "sumisión". Implica derrota y nadie quiere ser considerado un perdedor. La rendición evoca imágenes desagradables de darse por vencido en un juego o frente a un oponente.

Nuestra cultura nos enseña que nunca debemos darnos por vencidos y nunca debemos rendirnos, preferimos hablar de ganar, triunfar, superar antes que ceder, someternos, obedecer o entregarnos.

Pero la entrega a Dios es el corazón de la adoración 💕🕊. Es la respuesta natural al asombroso amor y misericordia de Dios.

Después de escribir once capítulos de la carta a los Romanos, explicando la increíble gracia de Dios hacia nosotros, Pablo nos exhorta a entregar nuestras vidas a Dios en adoración: «Por lo tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es su culto racional.» Romanos 12:1 (NBV)

Punto de acción

¿Sabes qué tipo de personas le agradan a Dios tener cerca? «Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.» Juan 4:23-24 (TLA)

Lectura bíblica necesaria: Romanos 12