El Novato

Hablando de soportar las cargas de otros, es necesario entender que no se trata solo de sufrir, sino de tener un propósito para ayudar a otros. De esta manera, las personas al recibir el apoyo adecuado pueden trabajar como un conjunto bien consolidado y fuerte, construyendo equipos que se desarrollan mutuamente.

Cuando se construye un edificio, se hacen vigas que van a sostener techos, losas y paredes, pero estas vigas primero deben ser sostenidas hasta que se vuelvan fuertes. Así ocurre cuando soportamos a los “débiles” (un hijo, un empleado, un atleta, un cristiano…), algún día tomarán el liderazgo y serán quienes soporten toda la estructura, como las vigas de un edificio.

Aprendamos a recibir con amor, entrega y paciencia a otros; más adelante, ellos serán quienes sostengan a muchos, soportando a muchos, aplicando el principio del Señor Jesucristo a otros, recibiéndolos con amor.

Punto de acción

Dejemos la actitud de hacernos los abnegados y sufridos, aceptemos que puede y debe haber otros que piensan diferente, y que podemos enriquecernos al tener la capacidad de escuchar, entender, aprender y no solo criticar, sino examinarlo todo reteniendo lo bueno y tratando a aquellos como nos gustaría que nos tratasen.

Algún día, ese soldado novato podrá llegar a ser un general.

Lectura bíblica necesaria: Romanos 15