Un corazón sediento

La Biblia nos cuenta la historia de cuando Jesús se encontró con una mujer sedienta en su camino, una persona sin esperanza, que no había podido llenar el vacío de su corazón pero que al encontrarse con Jesús, todo cambió en ella y Él la llenó a plenitud. Nos relata la Palabra de Dios que esta mujer tenía una necesidad muy grande en su corazón; tanto así que había tenido 6 esposos, pero ninguno había sido realmente su esposo oficial. Pero lo que nos deja entender esta historia es que esta mujer tenía un corazón sediento que buscaba llenar con relaciones sentimentales, pero no lo había logrado hasta que tiene un encuentro maravilloso con Jesús, quien le dice lo siguiente: « Jesús contestó: "Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna." —"Por favor, señor —le dijo la mujer—, ¡deme de esa agua! Así nunca más volveré a tener sed y no tendré que venir aquí a sacar agua."» Juan 4:13-15

Y como esta mujer, Jesús conoce nuestra necesidad, nuestra hambre y sed en el corazón que solo puede ser saciado por Él... Y mi invitación hoy es que aprovechemos cada encuentro con Jesús para ser llenos de Él, de Su presencia, Su amor, Su perdón, Su Reino y en especial Su Espíritu Santo que desea habitar en nosotros.

Jesús conoce nuestra necesidad, hambre y sed, pero Él quiere que nos llenemos primeramente de Él para que nunca más volvamos a tener hambre y sed del mundo, sino que estemos completos en ÉL, porque Jesús es TODO y sin Él no somos nada.

¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? Como dicen las Escrituras: « Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero.» Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó. Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.

La mala noticia es que sin Jesús nuestras vidas siempre estarán vacías y sin propósito, camino a la condenación por nuestro pecado, pero sólo en Jesús encontramos perdón, amor, restauración, salvación y vida eterna y esa es la buena noticia, que sólo en Jesús encontramos todo lo que tanto necesitamos y deseamos, solo en Jesús estamos completos y saciados...

¿Jesús es todo para ti? ¿Es la fuente de tu vida? ¿Jesús es el centro? ¿Jesús es tu descanso? ¿Jesús es el que te provee y te sacia?

« ¡Jamás podría escaparme de tu Espíritu! ¡Jamás podría huir de tu presencia! Si subo al cielo, allí estás tú; si desciendo a la tumba, allí estás tú. Si cabalgo sobre las alas de la mañana, si habito junto a los océanos más lejanos, aun allí me guiará tu mano y me sostendrá tu fuerza. Podría pedirle a la oscuridad que me ocultara, y a la luz que me rodea, que se convierta en noche; pero ni siquiera en la oscuridad puedo esconderme de ti. » Salmo 139:7-12

Plan de acción:

Necesitamos vivir una vida de fe guiada por el Espíritu Santo, donde la prioridad sea nuestra relación con Jesús, y no querer llenarnos con las migajas del mundo...

QUE JESÚS SEA EL CENTRO DE NUESTRAS VIDAS Y EL TODO EN NOSOTROS...

Lectura bíblica necesaria: Salmo 139