Por fe y para fe

Dios mismo ha preparado el corazón para el creer. Cuando Dios dispuso para el caminar del hombre de acuerdo a Su dirección y voluntad, también dio la provisión: la fe. Y ésta es la expresión bíblica que nos enseña la esencia que Dios le ha dado:

«Es pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» Hebreos 11:1

• - ¿Qué es certeza? Viene de la palabra “cierto” que significa “decidido, resuelto, preciso”. Es un conocimiento seguro y claro acerca de algo preciso y puntual. En el concepto bíblico teológico, es la conciencia de saber que conocemos la verdad y además estamos conscientes de que la poseemos, por eso es un conocimiento racional.
• - ¿Qué es convicción? Es la seguridad que se tiene acerca de la verdad (razones o creencias) que se conoce y que por lo tanto le produce certeza respecto de lo que piensa o siente y que sostienen las verdades conocidas como posiblemente realizables.

De acuerdo a estas dos definiciones concluyamos con lo que la fe demanda:

• - ¿Qué es esperar? Es creer o saber que sucederá algo. También es la expectativa o confianza de lograr lo anhelado o de que se realice algo que se desea.
• - ¿Qué se espera? Se espera que llegue o que suceda aquello que por el conocimiento lo tenemos como posible, como cierto, como algo realizable porque basados en la verdad de las razones que poseemos nos asegura que eso llegará porque es realizable, según la confianza.

Reflexionemos en el profundo sentido que tiene el contenido de nuestro pasaje base:

Por fe y para fe
Por fe conocemos y recibimos la implicación de la justicia de Dios a nuestro favor, la que Jesús mismo comunica a los hombres, ella nos reviste y nos hace justos delante de Dios, además es parte fundamental de la armadura: «Vestíos con la coraza de justicia» y para fe porque la única manera de vivir de manera personal y particular nuestra vida cristiana es por la fe y ello significa una vida santa, como procedente de la piedad hacia Dios.

Una ilustración clara de ellos nos la da la Palabra de Dios en el libro de Lucas 1:75 de cómo hemos de vivir la vida de fe:

Sirviéndole en santidad y en justicia todos los días de nuestra vida
Punto de acción:

Oramos a ti Padre celestial para que nos bendigas con el regalo de la fe que tiene certeza y convicciones bíblico teológicas para recibir aquello que por ese conocimiento de verdades es posiblemente realizable y que esperamos porque sabemos que viene de Jesús, el autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2)