Si Dios quiere

La expresión "Si Dios quiere" es una frase común y esencial que refleja humildad y sumisión a la voluntad divina.

Todos trazamos planes, ya sea a corto o mediano plazo, y trabajamos arduamente para realizarlos. Sin embargo, desconocemos lo que pueda ocurrir hoy o mañana. Pueden surgir imprevistos, accidentes, enfermedades, fallas técnicas, entre otros. Por ello, la Biblia nos orienta sobre cómo hablar de nuestro futuro:

«Ahora escuchen, ustedes que dicen: 'Hoy o mañana iremos a tal ciudad, pasaremos un año allí, haremos negocios y ganaremos dinero'. ¡Y ni siquiera saben qué les deparará el día de mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. En lugar de eso, deberían decir: 'Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello'» . (Santiago 4:13-15)

El mayor ejemplo de sumisión a la voluntad de Dios es Jesús. Antes de ser arrestado, consciente de lo que enfrentaría —golpizas, humillaciones, torturas hasta la muerte—, sintió miedo y deseó evitar ese sufrimiento. Por eso, pasó la noche en vela, orando y rogando a Dios que, si fuera posible, se evitara ese destino, pero priorizando la voluntad divina:

«Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: 'Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú'» . (Mateo 26:39)

Plan de acción:

Recordemos que nuestras expresiones y oraciones deben anteponer siempre la voluntad de Dios. Al pedir algo, debemos decir "Si es tu voluntad, haz esto", y si planeamos algo, como un viaje, deberíamos expresar "Si Dios quiere, viajaré a este lugar".