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Ene11

Tu palabra es mi vida

Mes // Enero

Tu palabra es mi vida
« No son palabras vacías; ¡son tu vida! Si las obedeces, disfrutarás de muchos años en la tierra que poseerás al cruzar el río Jordán»
∆ Deuteronomio 32:47 (NVI)

¿Te resulta difícil leer la Biblia? ¿Lo haces por obligación o por deseo genuino? ¿Acaso la lees como una forma de saldar una deuda con Dios?

La Biblia debería leerse comprendiendo su impacto en cada aspecto de nuestras vidas. ¿Qué tal si le cambiamos el nombre? Por ejemplo: Manual de la Felicidad, El Libro del Éxito, o Guía del Futuro... ¿Cambiaría tu actitud al leerla?

En efecto, la Biblia es todo eso y mucho más, algo que podríamos resumir con una palabra del versículo mencionado anteriormente: ¡Es tu Vida!

La Palabra de Dios no es simplemente un buen libro para añadir a nuestra lista de lecturas. No es un devocional rutinario, ni un mero texto religioso sagrado o una colección de historias. La Biblia se integra plenamente en nuestras vidas cuando la hacemos parte de ellas.

La Biblia se convierte en tu vida al hacer 3 cosas:
  • 1. Primero, dedicar tiempo a leerla y estudiarla diariamente. Idealmente, debería ser lo primero que hagas en el día. Con la tecnología actual, puedes escuchar la Biblia gratis y llevarla contigo en el móvil, por lo que no hay excusas para no leerla.
  • 2. Segundo, aceptar su autoridad en tu vida. Es importante recordar que no usamos nuestras vidas para interpretar la Biblia, sino que la Biblia nos ayuda a interpretar nuestras vidas.
  • 3. Tercero, permitir que te guíe en tu diálogo con Dios. ¿Algo te confunde? Ora. ¿Tienes preguntas? Ora. ¿No tuviste tiempo para leer hoy? Ora.

Punto de Acción:

Entonces, la Biblia debe pasar de ser una parte de tu vida a convertirse en el eje central de ella; es ahí donde Dios intenta comunicarse con todos nosotros. ¿Quieres conocer la voluntad de Dios para tu vida? La encontrarás en la Biblia. Haz de ella tu vida y te transformará en lo que Dios desea que seas.

«Hijo mío, presta atención a mis palabras; inclina tu oído a mis dichos. No se aparten de tus ojos; guárdalos en medio de tu corazón. Porque son vida a los que los hallan, Y medicina a todo su cuerpo» Proverbios 4:20-22 RVR1960

Lectura bíblica necesaria: Deuteronomio 32 (NTV)

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