La Voz del Padre

¿A dónde va un hombre cuando tiene preguntas sobre sí mismo? La realidad es que ese profundo conocimiento del corazón llega solo mediante un proceso de revelación. Jesús mismo, como Hijo, dependía del amor del Padre.

El Viaje hacia una Auténtica Masculinidad

Nadie más que Dios puede ver lo que un hombre realmente es. Él sabe lo que tenía en mente al crear a aquel que sería su hijo (Salmo 139). La historia de la relación de un hombre con Dios es la historia de cómo Él lo conoce, lo llama, lo justifica y lo lleva en un viaje de formación de su carácter con el fin de mostrarle Su gloria:

«Porque a los que antes conoció, también los predestinó para ser hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.» - Romanos 8:29-30 RVR1960

Los hombres fueron diseñados para ir más allá de un comportamiento moralmente recto. Fueron creados para la gloria de Dios (1 Corintios 11:7), la batalla (Isaías 32:1-8) y la adoración (Deuteronomio 16:16-17).

Para muchos hombres, esto significará alejarse de buscar refugio en una mujer, o en otro hombre, para empezar a encontrarlo realmente en Dios. Esto no significa que debas abandonar a tu esposa, o, si estás soltero, dejar a tu novia. Lo necesario es dejar de buscar en otros la validación.

«El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. » - Romanos 8:16 RVR1960

Lo mismo ocurre con un hombre que, por orfandad, busca validarse a través de la aceptación o el cariño de otros hombres, ya sea buscando el amor de un padre o llenando un vacío afectivo que se ha erotizado.

¿Qué está intentando mitigar un hombre con ello? Un anhelo de misericordia, consuelo, belleza, éxtasis… en una palabra, Dios. Lo que realmente está buscando es a Dios. Por eso, la lucha con la pornografía, las relaciones promiscuas o la homosexualidad se hace más difícil cuando un hombre está solo, herido o ansiando una clase de consuelo que solo Dios puede proporcionar. Jesús lo explicó de esta manera:

« …Cualquiera que beba de esta agua volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que salte para vida eterna.» - S. Juan 4:13-14 RVR1960

Punto de acción

Responde honestamente a las siguientes preguntas:

• ¿A dónde vas cuando te preguntas lo que significa ser hombre?
• ¿Con qué has estado luchando?
• ¿Quisieras orar ahora mismo y pedirle al Espíritu Santo que él haga en ti lo que tú no has podido hacer por tus propias fuerzas?

Lectura bíblica necesaria: Romanos 8