[widgetkit id="2"]
Dic21
Mentiras y verdad.
►Salmos 94:12-13 (RVR60)
Hace años. yo era una niña como cualquier otra, tenía padres, abuelos, hermanos, tíos, primos; una familia, algo importante para el sano crecimiento y desarrollo de una persona. Un día, a la edad de doce años, sufrí un accidente casero por el cual tuve pérdida total de la audición en mi oído izquierdo, afectando mi equilibrio por un largo tiempo. Mis padres y mi familia, sufrían viendo a su hija inconsciente por casi un mes, con un pronóstico desalentador de una posible fractura craneal, que gracias a Dios no se presentó.
Esta y otras circunstancias que he enfrentado a lo largo de mi vida, me hacían pensar; ¿Por qué a mí? No creo que Dios sea tan bueno como dicen, Él no oye, ni ve lo que me pasa, estoy sola ante un mundo lleno de retos, de peligros y de males y ¿Cómo dicen que Dios es mi Padre y que me ama? Mis padres si me aman, hacen todo para que yo esté bien. Bueno, esa era la mentira que me decía.
Esta son las mentiras que nos apartan del Amor más grande dado por alguien, Dios dio a Su único Hijo para salvarme, no de la sordera, de algo mucho peor; de la condenación eterna por el pecado.
Mi discapacidad no ha sido obstáculo para tener una vida normal, estudiar, trabajar, casarme, ser mamá, etc., pero sobre todo para agradecer la Bondad de Dios para conmigo, todo pudo haber sido diferente; pérdida de la audición por completo, una lesión cerebral más complicada o un estado vegetativo.
El Señor ha sido bueno y lo sigue siendo. Seguramente, te has dicho mentiras como lo hice yo, pero por la Misericordia del Señor, puedo encontrar las respuestas, con la Verdad de Su Palabra.
Oración:
Señor, Tu eres el Padre que cuida de todos sus hijos con un Amor Incondicional, al cual podemos acudir confiados y seguros. Perdona todas las mentiras que nos decimos y que nos apartan y nos impiden disfrutarte con toda libertad. Gracias por Tu Verdad dada en Tu Palabra. Amén.
Lectura bíblica necesaria: Salmos 94(RVR60)Esta y otras circunstancias que he enfrentado a lo largo de mi vida, me hacían pensar; ¿Por qué a mí? No creo que Dios sea tan bueno como dicen, Él no oye, ni ve lo que me pasa, estoy sola ante un mundo lleno de retos, de peligros y de males y ¿Cómo dicen que Dios es mi Padre y que me ama? Mis padres si me aman, hacen todo para que yo esté bien. Bueno, esa era la mentira que me decía.
Esta son las mentiras que nos apartan del Amor más grande dado por alguien, Dios dio a Su único Hijo para salvarme, no de la sordera, de algo mucho peor; de la condenación eterna por el pecado.
Mi discapacidad no ha sido obstáculo para tener una vida normal, estudiar, trabajar, casarme, ser mamá, etc., pero sobre todo para agradecer la Bondad de Dios para conmigo, todo pudo haber sido diferente; pérdida de la audición por completo, una lesión cerebral más complicada o un estado vegetativo.
El Señor ha sido bueno y lo sigue siendo. Seguramente, te has dicho mentiras como lo hice yo, pero por la Misericordia del Señor, puedo encontrar las respuestas, con la Verdad de Su Palabra.
- 1. Dios ni me ve, ni me oye. Salmos 94:9, Jeremías 33:3
- 2. Me siento solo(a), a nadie le importo. Hebreos 13:5 Josué 1:9
- 3. A mí todo me sale mal. Santiago 1:2-4
- 4. ¿Por qué a mí? Hebreos 12:4-7 Jeremías 29:11
Oración:
Señor, Tu eres el Padre que cuida de todos sus hijos con un Amor Incondicional, al cual podemos acudir confiados y seguros. Perdona todas las mentiras que nos decimos y que nos apartan y nos impiden disfrutarte con toda libertad. Gracias por Tu Verdad dada en Tu Palabra. Amén.
[widgetkit id="2"]