Descansa

¿Por qué se nos hace tan difícil poner en práctica esta recomendación? ¿Por qué a veces tiene más peso el agite de la vida y el estrés que las mismas promesas de Dios?

Cuando la vida nos agita y nos absorben las situaciones, los problemas, los planes, los compromisos, etc., pareciera que lo que hacemos no tiene sentido, se nos olvida para dónde vamos, se extravía la brújula y nos sentimos por dentro mal, hasta el punto que las fuerzas se debilitan.

Algunos pueden sentirse solos, cansados, incapaces y hasta desmotivados, como si no alcanzara la FE para creer que la situación puede cambiar, que se puede esperar y que Dios no nos ha olvidado. Es donde la alarma se enciende y da avisos fuertes que hay que cambiar el "dial", que hay que hacer un clic (cambio inmediato), porque si no abres una puerta muy peligrosa.

HAY FUERTES AVISOS: ¡Para, detente! Levanta tu mirada a Dios, su inmensa gracia y misericordia se extienden a ti, Él quiere darte de Su paz, antes que todo. Sí, antes de ver resuelto el asunto Él quiere que tengas PAZ, la que sobrepasa todo entendimiento.

Qué buen comunicador es el Espíritu Santo, nos puede hablar todos los días de lo mismo, pero se encarga de mostrarlo como una fresca noticia. Y esta es la buena noticia para ti hoy: Él es tu pronto auxilio en las tribulaciones, tu oasis en medio del desierto, tu refugio, y tu roca fuerte!
Está siempre disponible, de día, de noche, en el trabajo, en el hogar, en la calle, en el estudio; solo hay que hacer un alto – un pare – de un segundo, cerrar nuestros ojos, respirar profundamente y entrar en nuestro refugio, hablarle lo que nos sale del corazón y recibir sus regalos, su gracia y su paz que sobrepasa todo entendimiento.

Punto de acción

¡DERRAMA TU CORAZÓN! y además disfrutar de la presencia de Dios es completamente gratificante y lo mejor, no tiene costo.
¡Hoy el mensaje es para ti, para que entres en su reposo!