El Cordero macho

Este es el primer mandamiento continuo para cada familia, que el día diez del primer mes (Avib, en calendario hebreo) Toda familia debía “tomar” un cordero e inmolarlo.

El verbo tomar también puede traducirse de otras formas como: recibir, aceptar o admitir; esto nos enseña una gran verdad a cada hombre, sobre recibir, aceptar, admitir a Jesús como nuestro Señor y Salvador, ya que Él es nuestro cordero que ingreso triunfalmente en un burrito el 10 de Avib, lo que conocemos como domingo de ramos.

Este cordero “macho” fue sacrificado en lugar de los primogénitos de Israel y marcaría la tan anhelada salida de la esclavitud de Egipto, lo que celebramos como la pascua.

De igual forma Jesús es nuestra pascua, para todos los que le hemos recibido, aceptado, admitido en nuestras vidas como Salvador, y así dejar atrás la esclavitud, los malos recuerdos, los errores, y los podemos dejar atrás u olvidar, porque Jesús es nuestro cordero macho, en hebreo Zakar, y también se traduce como recordatorio, es decir que al morir Jesús en el calvario también murió el recordatorio de mi vida pasada.

Oremos:

Si aun no ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador, hoy lo puedes hacer, reconoce que eres pecador y que necesitas un salvador, acéptalo, admítelo para que sea tu salida de la esclavitud.

Además, deja todo complejo de culpa, de fracaso en la cruz, recuerda que el recordatorio ya murió y ya no tienes que cargar más con la culpa.