Seres resplandecientes

La luz del sol es el productor de vida más grande en la tierra, sin él ningún ser humano o animal sobreviviría en este planeta; la luz es producida por el sol al transformar millones de toneladas de átomos de hidrógeno en átomos de helio, es una operación de fusiones inimaginable que ocurren dentro de él; se calcula que la cantidad de energía que produce el sol en un segundo bastaría para abastecer a la Tierra durante un millón de años.

Cada mañana la luz de esta maravillosa estrella llamada sol, rompe las tinieblas y nos recuerda otra verdad igual de poderosa, de los labios de Jesús «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vid» -Juan 8:12

Hay una particular lucha en esta generación, que a pesar de la cantidad de millones de aparatos que se encienden en el mundo sus vidas están a oscuras, quieren ser “verdaderas estrellas” pero, la luz con que cuentan es como la de una vela, fragíl e inestable. El versículo de hoy nos hace una invitación, ser una “especie” de luminares, estrellas que resplandecen en el mundo, hijos de Dios, sencillos y sin mancha.

¿Los creyentes de hoy querrán brillar de esa manera en su generación, caracterizada por la maldad y la perversión?

Pues es ese el deseo de nuestro Señor.

Su deseo es que la luz que tomas e irradias de Él sea suave, precisa, llena de energía, capaz de abastecer también a quienes te rodean por el resto de sus vidas, por eso en el libro de Mateo dice:
«Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.» Mateo 5:16

Punto de acción

¿Qué eres “luminar o una vela”?
¿Brillarás con la luz de Cristo en medio de ésta generación maligna y perversa?

Es la oportunidad de SER RESPLADECIENTE y que los hombres vean tus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los cielos.