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Una de las grandes contradicciones en la vida es ser testigo del poder de Dios y, sin embargo, ignorar que el protagonista es Dios, y no el hombre o las circunstancias. Algunos profetas de la antigüedad llamaron a esto "dureza de corazón".

¿Por qué Dios permite que no entiendan?
¿Qué produce la dureza de corazón?

La altivez de espíritu y el orgullo son los que conducen a la incredulidad, que generalmente es la que está detrás de todo esto. Mentes y corazones llenos de pensamientos, en los que creen saber más que Dios y, peor aún, tienen a otros como dioses (algo que adoran más que al Creador), están llenos de avaricia y autosuficiencia.

¿Cómo se vence la altivez de espíritu?

Reconociendo quién es el verdadero Dios y dándole su lugar.

«No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad.»
Salmos 115:1
Y viviendo en sencillez de corazón.

«En aquel tiempo, Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos.»
Mateo 11:25

Punto de acción

Jesús busca personas sencillas de corazón, que le crean y obedezcan. No te enredes buscando razones para seguirlo. Puede que en este momento Jesús esté tratando tu vida y no te hayas dado cuenta. ¿Lo honrarás? ¿Lo obedecerás?