DOS DE MIL
- Lucas 8:40 (RVR60)
“Una multitud estaba esperando a Jesús, y entre la multitud se abre paso un hombre muy importante: “En esto llegó un hombre llamado Jairo, que era un jefe de la sinagoga” Lc 8:41. Un jefe de la sinagoga era el administrador de la sinagoga: estaba encargado de conseguir quien leyera las Escrituras, que orara, y alguien que explicara las Escrituras. Era un hombre muy importante, y respetado en su comunidad. Pues bien, ¿Qué hizo este hombre?
“Jairo, Arrojándose a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a su casa.”Lucasc 8:41, ¡Se arrojó a los pies de Jesús! Al hacerlo Jairo está yendo en contra de sus jefes, porque los sacerdotes habían decidido que Jesús debía morir. (Ver Marcos 3:6). Con esa acción está arriesgando todo: trabajo, posición en la comunidad, y aún su vida. Entonces, ¿Por qué este hombre de importancia, de prestigio, arriesga todo, y se arroja ante Jesús? El pasaje nos dice que su hijita de 12 años se estaba muriendo y vio en Jesús la solución a tan dolorosa situación; y Jesús fue con él y levantó a su hijita de la muerte.
“Pero una mujer que padecía de flujo de sangre hacía 12 años…se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto, y al instante fue sana” Lc 8:44-36; Esta mujer socialmente repudiada por inmunda, vio en Jesús la solución a su extrema situación, tanto física como social; Y se atrevió a tocarlo sabiendo que estaba prohibido. (Ver Lv. 15:19.)
Jairo y la mujer con hemorragia, eran parte de una multitud, pero solo ellos dos lo buscaron con la fe que Él podía hacer un milagro en sus vidas! No se conformaron con simplemente ser “parte de la multitud”
Punto de acción:
UN hombre y UNA mujer hicieron la diferencia, uno recibió a su hija de la muerte, otra recibió sanidad, dos de mil. Hoy, Jesús nos invita, que ante cualquier problema que estamos atravesando, cualquier situación extrema: tal vez tu matrimonio, tus hijos, tu trabajo, salud, finanzas, no te quedes pensando como la multitud, que les gustan las palabras bonitas y esperar el pan y los peces, sino que lo busques en fe y confianza y vayas más allá, creyendo que puede hacer milagros en tu vida.
¿Te quedarás apretando a Jesús con la multitud? ¿O harás la diferencia?
Lectura bíblica necesaria:
Lucas 8:40-55 (NVI) “Jairo, Arrojándose a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a su casa.”Lucasc 8:41, ¡Se arrojó a los pies de Jesús! Al hacerlo Jairo está yendo en contra de sus jefes, porque los sacerdotes habían decidido que Jesús debía morir. (Ver Marcos 3:6). Con esa acción está arriesgando todo: trabajo, posición en la comunidad, y aún su vida. Entonces, ¿Por qué este hombre de importancia, de prestigio, arriesga todo, y se arroja ante Jesús? El pasaje nos dice que su hijita de 12 años se estaba muriendo y vio en Jesús la solución a tan dolorosa situación; y Jesús fue con él y levantó a su hijita de la muerte.
“Pero una mujer que padecía de flujo de sangre hacía 12 años…se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto, y al instante fue sana” Lc 8:44-36; Esta mujer socialmente repudiada por inmunda, vio en Jesús la solución a su extrema situación, tanto física como social; Y se atrevió a tocarlo sabiendo que estaba prohibido. (Ver Lv. 15:19.)
Jairo y la mujer con hemorragia, eran parte de una multitud, pero solo ellos dos lo buscaron con la fe que Él podía hacer un milagro en sus vidas! No se conformaron con simplemente ser “parte de la multitud”
Punto de acción:
UN hombre y UNA mujer hicieron la diferencia, uno recibió a su hija de la muerte, otra recibió sanidad, dos de mil. Hoy, Jesús nos invita, que ante cualquier problema que estamos atravesando, cualquier situación extrema: tal vez tu matrimonio, tus hijos, tu trabajo, salud, finanzas, no te quedes pensando como la multitud, que les gustan las palabras bonitas y esperar el pan y los peces, sino que lo busques en fe y confianza y vayas más allá, creyendo que puede hacer milagros en tu vida.
¿Te quedarás apretando a Jesús con la multitud? ¿O harás la diferencia?