¿Qué hay detrás de la cruz?

Hace algunos años experimente uno de los momentos mas felices de mi vida, y al mismo tiempo el más doloroso y confrontante. El nacimiento de Susana, mi hija.

Había esperado meses para conocer su rostro, sus manos, su cabello, ansiosa anhelaba poder cargarle y disfrutar de ese momento, así como lo muestran en las películas. Pero algunas complicaciones en el parto robaron ese momento y llenaron de mucha oscuridad el quirófano donde me encontraba.

Nada estaba saliendo como lo esperaba, nada estaba saliendo como yo lo había imaginado. Y cuando mas angustiada me encontraba, mirando hacia el techo de ese lugar, unas palabras vinieron a mi mente “morir es la forma mas hermosa de amar”, me abandone en las manos de Dios y supe que, si algo pasara conmigo en ese quirófano, Dios estaba a el control.

De inmediato recordé las palabras del apóstol Pablo a la iglesia en roma:
«Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:38-39 RVR60

Estas palabras me llevaron a mirar la cruz, a mirar ese momento donde alguien estuvo dispuesto a dar su vida por la mía, y a entender que nada, ninguna circunstancia creada me podía separar del amor del Señor.

La Cruz del calvario es el fundamento y el patrón de nuestras vidas, tiene la capacidad de moldear nuestra actitud y moldear nuestras circunstancias por muy difíciles que estas sean.

Cuando la miramos, cuando la contemplamos, nos sentimos libres de culpa y podemos encontrar sentido, y propósito, aun en medio del dolor, la soledad, la angustia. La cruz es nuestro modelo, pero también es nuestra Esperanza.

Ella misma habla a la humanidad del acto más amoroso que ha podido existir. Un amor sacrificial que estuvo dispuesto a dar todo sin argumentos y sin condiciones de manera voluntaria, ese amor sacrificial implica negación a uno mismo y el servicio a otros.

Jesús dijo: «Si alguien quiere ser mi seguidor, tiene que renunciar a sí mismo, aceptar la cruz que se le da cada día y seguirme.” Lucas 9:23 PDT

Y cuando difícil es asumir esa tarea de negarnos cada día, en medio de una sociedad que nos demanda tanto amor propio, y que a gritos nos dice que lo más importante soy yo y mi bienestar. Entre mas nos aferremos a lo que hoy tenemos y somos más fácil la perderemos.

Jesús recorrió el camino de la cruz, para que todos nosotros pudiéramos ser moldeados a través de ella.

«y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 2 corintios 5:15 RVR60

Que en este día podamos reflexionar en el acto mas amoroso que ha podido existir y como este puede transformar cada área de tu vida.

Plan de acción:

¿Qué es la Cruz para ti?

¿Habrá en la historia alguna expresión de amor mayor que esta?