CONTIENDE ARDIENTEMENTE POR LA FE Parte I

La acción solicitada por Judas en su carta a los creyentes, a los miembros de la congregación, es instruirnos y advertirnos de que hay una característica especial de quienes se oponen a nuestra fe, creencias y seguridad de salvación, y ella es: ENCUBIERTO, que quiere decir: Oculto, disimulado, escondido, tapado.

A nuestras iglesias pueden llegar personas con comportamientos disimulados y enseñanzas ocultas que no están de acuerdo con la Palabra de Dios. No podemos permitir ni tolerar que ellas se manifiesten sin ser corregidas.

Es necesario saber cómo son estas personas para poder identificarlas:

• Vers. 4:
  «Hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios.»
  Estos hombres creen que pueden hacer todo lo que quieran sin temor al castigo de Dios. Toman a la ligera la santidad y la justicia de Dios. Minimizan la gravedad del pecado, creyendo que pueden actuar como quieren. Con este comportamiento niegan la presencia de Dios en sus vidas.
• Vers. 8:
  «...Mancillan la carne...»
  Se burlan de las verdades espirituales que no han logrado comprender, piensan que tienen capacidad de juzgar lo bueno y lo malo.
  «...rechazan la autoridad...»
  Se burlan de toda autoridad y dentro de la iglesia no se someten a la autoridad de los líderes; se enfrentan abiertamente a ellos, murmurando de ellos delante de los demás miembros de la iglesia y cuestionando sus decisiones. En 2 Corintios 10:8, Pablo nos recuerda la autoridad que Cristo otorga a los líderes para edificación; por lo tanto, no podemos dejarnos amedrentar cuando haya que exhortar a otros y contender ardientemente por la fe.
• Vers. 12-13:
  Por eso la Biblia los llama burladores, y lo demuestran con muchas acciones:
  Contaminan su cuerpo, seducen con apetitos y deseos pasionales de la carne, entregados a la inmoralidad.
• Vers. 16:
  «...murmuradores...»
  La palabra murmuración significa conversar en perjuicio de un ausente. Los murmuradores hablan palabras infladas, vanas, que hacen daño. La murmuración entre los integrantes de una iglesia da una falsa impresión de Cristo y del evangelio, divide la iglesia y no edifica.
  «...querellosos...»
  Nunca están satisfechos con nada, de todo se quejan, todo lo critican.
  «...andan según sus propios deseos...»
  Hacen lo que mejor les parece y los verdaderos siervos de Dios reflejan a Cristo y no andan según sus propios deseos, conocen la voluntad de Dios y la obedecen.
  «...adulando a las personas para sacar provecho...»
  Hablan bien de alguien, pero con el fin de sacar provecho. Es común ver que se acercan al dirigente de determinado ministerio, no con el deseo de escuchar y ser edificados, sino por su necesidad, y así, aunque no estén de acuerdo con la palabra, se congenian con la persona y con las enseñanzas solo por el beneficio y el lucro que se les pueda prestar.

Punto de acción

La comunión de los hermanos en la unidad del Espíritu Santo nos permite encontrar este tipo de personas para no dejarlas avanzar dañando el ministerio.

Nuestra decisión es CONTENDER ARDIENTEMENTE POR LA FE y actuar.