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Jun06

La ley del proceso

Mes // Junio 2024

La ley del proceso
«El camino de los justos es como la primera luz del amanecer, que brilla cada vez más hasta que el día alcanza todo su esplendor.»
► Proverbios 4:18 (NTV)


Una vez un turista se acerca a un anciano de un pequeño pueblo a preguntarle en tono burlesco: “¿Ha nacido en este pueblo alguien importante?” a lo que el anciano responde: “No, aquí solamente nacen niños.”

Nadie nace siendo un campeón; cada hombre y mujer famoso para llegar a levantar un trofeo requirió de mucho esfuerzo y muchas horas de entrenamiento, que en la mayoría de los casos causó dolor, como lo comentaría un golfista al que el palo le hizo sangrar sus manos.

Otra gran característica que identifica a este tipo de individuos es la capacidad de dejarse instruir, pues sus entrenadores son ficha clave para elevar su desempeño.

Estos dos elementos sobresalientes para alcanzar la meta: Disciplina y Obediencia, son los mismos que desde hace cientos de años los patriarcas, profetas y apóstoles nos presentaron para poder llevar una vida cristocéntrica con éxito, como lo revelan las Escrituras.

«Sé fuerte y muy valiente. Ten cuidado de obedecer todas las instrucciones que Moisés te dio. No te desvíes de ellas ni a la derecha ni a la izquierda. Entonces te irá bien en todo lo que hagas.»
Josué 1:7


«Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.»
Gálatas 5:1


La ley del proceso se cumple, comenzamos a brillar cuando nos extendemos hacia adelante, cuando entendemos nuestra posición y llamado de Dios a hacer lo bueno y no desmayar. Pero cuidado con la indisciplina espiritual y la debilidad para cumplir las normas.

Punto de acción

¿Cómo estás viviendo tu vida espiritual? ¿Por qué disciplina te identifican?

¿Son tus normas o las que Dios nos instruyó las que te impulsan y a la vez te sostienen?


El deseo de alzar el trofeo de la vida eterna nos alienta cada día. No te canses, hoy puedes dar otro paso más de fe. A pesar de que tu alma no quiera hacerlo, de seguro, si mantienes el ritmo, pronto podrás alcanzar la cima.

Bendice, alma mía, a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios
Salmo 103:1


Lectura bíblica necesaria: Proverbios 4 (NTV)

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