Padres influyentes

Cuando uno de mis hijos era pequeño, se miró un momento al espejo, hizo una pose de autosuficiencia y dijo: "Cuando yo sea grande, quiero ser como mi papá". Yo observé la escena y me sentí orgulloso de mi hijo. Entonces le pregunté: "¿Y cómo quieres ser?" A lo que él respondió: "Flaco y sin músculos". Ya usted se puede imaginar cómo es mi anatomía.

Los hijos terminan reflejando mucho de nosotros, los padres. Estoy refiriéndome a los padres varones.

Los varones tenemos una influencia mucho más importante de lo que creemos en la vida de nuestros hijos, tanto varones como mujeres.

Hay muchos tipos de padres, nos referiremos a algunos modelos:

• 1. PADRE RÍGIDO: Exige mucho y da poco afecto. Es difícil complacerlo, pero es fácil enojarlo. Es autoritario, intimidante y abusa de su autoridad.
  
  Una de las razones que contribuyó a que el pueblo de Israel fuera al exilio durante 70 años a Babilonia fue que padres crueles tenían como práctica quemar a sus propios hijos a los dioses (Jeremías 32:35).
  
  Hoy la historia se repite con motivos y estilos modernos de crueldad, hombres que no dudan en hacer daño a sus propios hijos.
• 2. PADRE COMPLACIENTE: Es muy cariñoso, puede ser juguetón pero exige poco. Puede pasar por irresponsable con sus hijos porque no forma. Quizás una figura que podemos encontrar en la Biblia es el sacerdote Eli. Eli tenía dos hijos, pero su pecado fue la debilidad con ellos. El Señor lo reprendió porque no los corrigió (1 Samuel 2:12-36).
• 3. PADRE INDIFERENTE: Es una presencia ausente, no se interesa ni por la comunicación con sus hijos ni por la formación del carácter, la disciplina, el afecto o el control. Asume que eso es responsabilidad de la mamá, los abuelos, los familiares, el estado u otro estamento. Quizás no es aventurado mencionar que esta fue una de las grandes falencias del rey David. David fue, con toda seguridad, un gran rey, pero quizás un padre que le quedó debiendo mucho a sus hijos. En la truculenta historia de Amnón, Tamar y Absalón, el gran ausente es precisamente el papá (2 Samuel 13:1-39).

Oración

Señor, ayúdame a ser el padre que tú quieres que yo sea. Ayúdame a ser el padre que mis hijos necesitan, que yo pueda reflejar tu carácter. Señor, ayúdame a ser como tú porque ellos quieren ser como yo.