Skip to main content
Jun04

Sin lluvia

Mes // Junio 2024

Sin lluvia
«Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios.»
► Hebreos 6:7


Es esta una expresión actual que describe nuestra necesidad geográfica y material: SIN LLUVIA.

Pensar en la falta de lluvia trae a la mente paisajes inhóspitos, estériles, calientes y, lo más triste, sin nada de productividad. Son lugares extensos, grandes, algunos quizás en otros tiempos llenos de agua y con ello la sensación de frescura. Pues bien, siendo este el panorama de nuestro país, debemos orar por él, para que Dios la envíe.

Pero ha venido a mi mente, por el Espíritu Santo y ante ese título, más las imágenes que nos vienen: ¿qué será de nosotros, la iglesia, SIN LLUVIA de la gracia, los dones y la bendición de Dios? ¡¡¡Terrible!!!

Podemos volver a considerar esos mismos paisajes, pero a nivel espiritual, y entonces tendremos:
  • - Predicaciones sin poder
  • - Palabra leída pero no aplicada
  • - Oraciones que no llegan hasta Dios
  • - Dios queriendo actuar, manifestarse, pero por esa aridez, sequía, y esterilidad espiritual estamos lejos de la gracia.
  • - La realidad sería: Lluvia de mandamientos, ordenanzas (Dios las ha dado y están en Su Palabra) pero ausencia de gracia (presencia y acción del Espíritu Santo).
Los resultados, igual que en la naturaleza geográfica, son funestos en el corazón y el alma de los creyentes, porque no hay:
  • - Conversiones (no hay quien evangelice con poder)
  • - Restauraciones (los cristianos como plantas secas, sin agua de lluvia)
  • - Refrigerio a los afligidos, cansados, enfermos (los cristianos están igual)
  • - Actividad espiritual (ella no se da en la tibieza, rutina, sequedad).
  • - Igual que la tierra seca empieza a mostrar que en vez de fructificar está estéril, nos alcanza la crítica, la murmuración, cavilar negativamente acerca de las circunstancias.
¿Qué haremos?
  • - Debemos confesarnos, para que Dios no retenga más Su gracia sobre nosotros (Isaías 1:18).
  • - Reconozcamos nuestra dependencia de Su lluvia, ella es nuestra influencia espiritual (Isaías 5:6).
  • - Oremos incesantemente, como Elías, para que venga lluvia sobre la iglesia (Santiago 5:17).
  • - Valoremos la menor señal de lluvia, como la manifestación de Su bendición (1 Reyes 18:41-46).
Punto de acción

Reconoce tu estado actual: ¿es desértico, estéril, inhóspito? Haz el ejercicio de buscar la lluvia que viene del cielo en gracia y bendición.

Lectura bíblica necesaria: Hebreos 6

Autor

María Piedad Mesa

María Piedad Mesa

Escritora de:
Busca Amar a Dios y Ser Ejemplo
Bendito el Fruto de tu Vientre

Leave a comment

You are commenting as guest. Optional login below.